La cultura de la queixa
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El llibre s'obre amb el fragment del Christmas Oratorio de W.H. Auden que ja vaig citar, amb la mateixa intenció, en aquest blog. Del text de Hughes tan sols n'extracto una perla:
«Cuando el ánimo de los sesenta contra el elitismo entró en la educación americana, trajo consigo una enorme y cínica tolerancia con la ignorancia del estudiante, racionalizada como una muestra de consideración hacia la «expresión personal» y la «autoestima». En lugar de «angustiar» a los chicos pidiéndoles que leyeran más o pensaran mejor, cosa que podría haber perjudicado sus frágiles personalidades al tomar contacto con las exigencias del nivel universitario, las escuelas optaron por reducirles las lecturas obligatorias, reduciendo automáticamente su dominio del lenguaje. Faltos de experiencia en el análisis lógico, mal preparados para desarrollar y construir argumentos formales sobre los temas, poco habituados a buscar información en los textos, los estudiantes se atrincheraron en la única posición que podían llamar propia: sus sentimientos ante las cosas. Cuando los sentimientos y las actitudes son las referencias principales del argumento, atacar cualquier posición es automáticamente un insulto al que la expone, o incluso un ataque a lo que considera sus «derechos»; cada argumentum se convierte en ad hominem, acercándose a la condición de hostigamiento.»
Dissortadament, no hi ha ni un gram d'ironia en aquestes paraules; així era. A Espanya, on les modes arriben tard, tenim aquesta generació –aquestes idees– en el poder.
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